Me han dicho que tengo diabetes gestacional: Y ahora, ¿Qué como?

Seguramente has escuchado que a lo largo del embarazo existe la posibilidad de que te digan que tienes diabetes, y es que, cuando una mujer está embarazada, en su organismo se producen un conjunto de cambios hormonales y una sobrecarga importante para su metabolismo a la que el organismo debe adaptarse. Cuando esta adaptación no se lleva a cabo adecuadamente se desarrolla la diabetes y como aparece durante la gestación, se le denomina diabetes gestacional (DG). También podría ser que esta diabetes existiera previa al embarazo, pero que la mujer desconociera que la tenía y este momento es una oportunidad para realizar un diagnóstico de diabetes y abordarla con un adecuado tratamiento. La diabetes gestacional puede aparecer entre un 5 y un 15% de las mujeres embarazadas, aunque este dato varía según las zonas y los criterios de diagnóstico. En España, nueve de cada 100 mujeres embarazadas inician una diabetes gestacional. En este articulo repasaremos algunos puntos importantes a conocer de esta condición de salud y compartiremos algunas claves de alimentación y nutrición que pueden ayudarte a gestionarla.

Pero ¿por qué me ha ocurrido a mí? ¿he hecho algo mal?

Es posible que cuando te dieran el diagnóstico de diabetes gestacional vivieras muchas emociones como miedo, angustia, confusión, culpa, tristeza, enfado, o muchas otras igualmente importantes. Y es natural, porque no sabemos por qué ha ocurrido ni qué pasará después. Desde aquí te compartimos que existen diversos factores que favorecen la aparición de esta condición de salud y que gran parte de estos no dependen de ti. Recuerda: no eres culpable, ni has hecho nada mal; como verás a continuación, hay diversos motivos que no podemos controlar o modificar, y los que sí, pueden llevarse a cabo antes con una adecuada planificación del embarazo o durante este con ayuda de profesionales de la salud.

Algunos factores de riesgo para desarrollar diabetes gestacional son:

• Sobrepeso (Índice masa corporal 25-30 kg/m²)

• Obesidad (Índice masa corporal > 30 kg/m²)

• Diabetes gestacional en embarazos previos.

• Antecedentes familiares de diabetes.

• Hijo previo con más de 4 Kg de peso al nacer.

• Edad de la madre superior a 35 años.

¿Cómo sé si tengo diabetes gestacional? ¿En qué momento del embarazo me hacen esas pruebas?

Si tienes alguno de los anteriores factores de riesgo, te pedirán realizar la búsqueda de la diabetes gestacional desde el primer trimestre del embarazo. En caso contrario las pruebas las realizarán entre las semanas 24-28 de gestación. Una diabetes gestacional que se diagnostica en el primer trimestre es posible que ya se tuviera diabetes sin saberlo antes del embarazo. La diabetes gestacional no da síntomas, digamos que es “silenciosa” y por eso es necesario detectarla mediante algunas pruebas donde se estudia cómo estás de niveles de “azúcar” en tu sangre (glucemia) y donde posiblemente tendrás que beber alguna una solución azucarada para observar cómo tu páncreas “reacciona” y gestiona esa ingesta. Tranquila, que tengas el resultado que tengas, habrá un equipo de profesionales que te acompañará.

¿Y por qué es tan importante la diabetes? ¿Le pasará algo a mi hija/o o a mí?

Para la madre, a corto plazo, la diabetes gestacional no produce síntomas, pero al feto que le llega demasiada glucosa (“azúcar”), le ocurre como a una persona que come en exceso, le puede provocar una obesidad fetal. Las complicaciones más frecuentes son los problemas en el parto porque el feto es más grande de lo habitual. A largo plazo, este crecimiento excesivo, puede predisponer también a enfermedades metabólicas en la infancia y la edad adulta. Sin embargo, recuerda que la frecuencia de estas complicaciones se reduce con una adecuada gestión en el estilo de vida; por eso, es importante reconocer la diabetes a tiempo y actuar de manera adecuada.

¿Cómo me cuido?

En el abordaje de la diabetes gestacional es importante cuidar lo que nosotras denominamos “las cuatro patas de la mesa”: la medicación, la alimentación, la actividad física y el cuidado de la salud mental. Hoy te compartiremos sobre todo claves enfocadas a la alimentación. Aunque el centro de la gestión no es el peso, es importante llevar un seguimiento y tener en cuenta cuál es la ganancia recomendada según nuestro peso anterior al embarazo.

¿Y qué tipo alimentación debo seguir entonces? 

Una adecuada alimentación durante el embarazo siempre es importante y en las mujeres con diabetes gestacional es además una medida para mejorar el ambiente fetal. Esta alimentación es básicamente la que debería realizar cualquier persona que desee seguir hábitos saludables, deberá ser: equilibrada, variada, completa, suficiente y (muy importante), debe ser agradable. Así que como ves, no es ninguna alimentación “especial” ni tampoco debe contener alimentos especiales para personas con diabetes. Así que no hace falta que compres nada etiquetado como tal. 

Lo primero que te sugerimos es adentrarte a conocer los grupos de alimentos y los nutrientes; ¡toma nota! Recuerda que los alimentos son aquellos que compramos en el mercado (frutas, verduras, pescado…) y los nutrientes lo que llevan internamente los alimentos en su composición (proteínas, hidratos de carbono, grasas…). Por ejemplo: un alimento puede ser un filete de pollo y su nutriente principal será la proteína que contiene.  

En la siguiente vemos cómo en la izquierda tenemos los grupos de alimentos y en la derecha los nutrientes principales: hidratos de carbono, proteínas y grasas.  

Los nutrientes que más influyen en la glucemia son los hidratos de carbono, por ello será importante cuidar la calidad de estos (cereales integrales, legumbres, frutas, verduras y lácteos sin azúcares añadidos) y su cantidad. Una estrategia muy sencilla es ayudarnos del llamado método del plato, el cual es una herramienta de educación alimentaria avalada por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, que se utiliza para dar recomendaciones a la población general sobre cómo formar platos equilibrados saludables. Además, la Asociación Americana de Diabetes recomienda seguir las recomendaciones de esta herramienta a todas las personas con diabetes para mejorar la gestión de esta condición de salud. 

¿Qué recomienda esta herramienta de educación alimentaria? 

Lo que nos dice esta guía es que debemos planificar nuestras comidas dándole más relevancia a los vegetales, de manera que ocupen la mitad de nuestro plato (plato con diámetro de 20 cm). Además, recordamos que en este grupo no están incluidas las patatas, ni el maíz. Recuerda que las verduras y hortalizas las puedes consumir de muchas formas diferentes como: cremas, sopas, salteados, parrilladas, al vapor o en ensaladas. Por otro lado, el método del plato nos dice que en todas las comidas debe haber una parte de proteína saludable y que ésta debe ocupar ¼ de nuestro plato. Podemos escoger pescados, aves, legumbres, quesos pasteurizados o huevos y evitar los embutidos, fiambres y otras carnes procesadas. En cuanto al grupo de los cereales o tubérculos, estos deben ocupar el otro ¼ del plato restante (unos 150-200 g de peso en cocido). Respecto a la elección del tipo de alimento que debe ocupar esta parte, se recomienda que sea integral como la pasta, el pan o el arroz. En este grupo es donde también irían incluidos los tubérculos como patata, boniato o yuca y los pseudocereales como la quinoa o el trigo sarraceno. Para finalizar este plato de comida, recordamos que la grasa de referencia para cocinar debe ser el aceite de oliva (preferiblemente virgen extra) y que debemos evitar el uso de otras grasas como mantequillas o margarinas. En cuanto a la bebida se recomienda el consumo de agua natural, aconsejándonos que limitemos el consumo de bebidas como las bebidas azucaradas o los zumos. Y por último, complementar nuestras comidas con una pieza de fruta de temporada o un yogurt natural sin azúcar (o ¡ambos!). Esta herramienta nos recuerda que no hay frutas prohibidas y que debemos tomar “al menos 3 frutas al día, de todos los colores”.  

Como ves, aprender a poner las proporciones correctas en nuestro plato es muy sencillo con las claves anteriores. Además, los puedes también aplicar cuando comas dos platos. Por ejemplo, imagina que vas a comer una carne guisada con patatas, ¿Qué crees que le puede faltar a este plato? En este caso sería la parte de vegetales. Para hacer este menú más equilibrado te recomendamos poner un primer plato de ensalada o vegetales y debemos procurar poner menos cantidad de patata, que en este caso serían los hidratos de carbono.  

Finalmente, te sugerimos que comas de forma regular, cada cuatro horas durante el día, ya que de esta manera evitarás grandes ingestas con digestiones pesadas. Te invitamos también a reducir (si es que sueles consumirlo) los azúcares refinados, la miel, mermeladas, caramelos o bollerías. Recuerda que llevar un seguimiento de tus glucemias antes y después de comer, será relevante para conocer cómo están influyendo tus ingestas en los niveles de tu glucosa en sangre ¡Es como el velocímetro en un coche! Que nos hace ver si vamos con adecuada velocidad en la carretera.  

Por último, como comentamos anteriormente date tiempo para realizar actividad física y regálate espacio para identificar y compartir tus emociones. A lo largo del proceso de un embarazo las mujeres estamos muy conectadas con nuestras necesidades y es importante que las escuchemos y atendamos con cuidado y pidiendo ayuda en caso de ser necesario. Nosotras te recordamos que las profesionales de la nutrición aplicada a la diabetes estamos aquí para acompañarte.  

Fuente: La diabetes gestacional y su cuidado. Recomendaciones del Grupo Español de Diabetes y Embarazo (SED).